Hola a todos, ante todo felicitaros estas fiestas navideñas y pediros perdón por no haberlo hecho antes, pero me imagino que todos estaremos igual, preparando estas fiestas para que salgan lo mejor posible, cada uno adaptándose a su bolsillo que con la que está cayendo me imagino que la magia de la Navidad en muchos hogares será espectacular y me refiero a los juegos malabares que harán muchísimas familias en sus hogares para que los niños no noten la falta de recursos y puedan celebrar la Navidad.
A todos ellos les deseo que el Año que viene les llegue un trabajo digno y mucha salud, porque amor seguro que tienen a raudales, cuando son capaces de alegrar su hogar con las vicisitudes y las penurias que estarán pasando muchos de ellos.
Me viene a la memoria cuando yo era pequeña. Entonces los que no teníamos muchos recursos, con poco se hacía mucho y disfrutábamos como si hubiéramos tenido los mejores manjares y los mejores regalos, (aunque no fuera así).
Se ha perdido mucho de aquél espíritu navideño. Los vecinos iban de casa en casa felicitándose las fiestas, se cantaban villancicos, con panderetas y zambombas (qué pocas se ven ya) y las madres se reunían los días previos en casa de alguna, generalmente la que tenía horno y hacían los dulces navideños (rosquillas, mantecados etc...) y luego se repartían. Recuerdo esos barreños llenos de dulces, en los que en algún despiste de nuestras madres saqueábamos algún dulce que otro, aún estando calientes. Ahora los vecinos casi ni nos conocemos.
Entre mis recuerdos está la llegada del cartero, el sereno y el barrendero con una tarjetita felicitándonos las fiestas y se les daba un pequeño aguinaldo acorde al bolsillo de cada uno. Me imagino que ganarían poco y era un dinerillo extra que llevaban a su casa. Esa tradición ya no existe.
Otra tradición que se ha perdido o por lo menos ya no se ve por lo menos en Madrid, no se si en algún pueblo o aldea de España se siga la tradición, eran las paveras en la Plaza Mayor de Madrid vendiendo los pavos para esas fiestas. Por supuesto era para los ricos, pues los pobres no podíamos permitirnos ese lujo. Ahora los pavos los compramos en la carnicería ya listos para meterlos en el horno.
Y otra cosa que ya casi ha desaparecido por estas fiestas, por lo menos en Madrid es la zambomba navideña. Muchas familias se dedicaban a hacer zambombas para esas fechas. Era un trabajo artesano y completamente reciclable. Pues se hacía con una lata como las de tomate, o más grande según lo grande que fuera la zambomba, un pellejo, generalmente de carnero o conejo y una caña y para darle ese aire navideño se le ponía en lo alto de la caña una flor hecha con papel de seda de colores, y se forraba la lata con otro papel decorado.
En Bravo Murillo se ponían los vendedores en puestecillos vendiendo las zambombas. Yo todos los años tenía una zambomba nueva pues mi madrina se dedicaba a hacerlas, y cuando iba a pedirla el aguinaldo me daba una.
Y una imagen muy típica era la del guardia urbano rodeado de regalos y cajas de navidad por esas fechas. Yo tenía una vecina que el marido era guardia urbano y por esas fechas tenían la casa llena de dulces navideños. No les faltaba de nada.
Una tradición que sigue es la de ir a ver los mercadillos navideños de la Plaza Mayor de Madrid. Comprar figuritas para el Belén y artículos de broma y petardos para el día de los inocentes.
Cuando yo era adolescente el día que nos daban las vacaciones de navidad nos íbamos a la Plaza Mayor a cantar villancicos y a comernos un bocadillo de calamares, que eran pequeños pero estaban calentitos y muy buenos. Otra tradición que continúa.
Otros recuerdos de mi infancia
Y otra cosa que ya casi ha desaparecido por estas fiestas, por lo menos en Madrid es la zambomba navideña. Muchas familias se dedicaban a hacer zambombas para esas fechas. Era un trabajo artesano y completamente reciclable. Pues se hacía con una lata como las de tomate, o más grande según lo grande que fuera la zambomba, un pellejo, generalmente de carnero o conejo y una caña y para darle ese aire navideño se le ponía en lo alto de la caña una flor hecha con papel de seda de colores, y se forraba la lata con otro papel decorado.
En Bravo Murillo se ponían los vendedores en puestecillos vendiendo las zambombas. Yo todos los años tenía una zambomba nueva pues mi madrina se dedicaba a hacerlas, y cuando iba a pedirla el aguinaldo me daba una.
Y una imagen muy típica era la del guardia urbano rodeado de regalos y cajas de navidad por esas fechas. Yo tenía una vecina que el marido era guardia urbano y por esas fechas tenían la casa llena de dulces navideños. No les faltaba de nada.
Una tradición que sigue es la de ir a ver los mercadillos navideños de la Plaza Mayor de Madrid. Comprar figuritas para el Belén y artículos de broma y petardos para el día de los inocentes.
Cuando yo era adolescente el día que nos daban las vacaciones de navidad nos íbamos a la Plaza Mayor a cantar villancicos y a comernos un bocadillo de calamares, que eran pequeños pero estaban calentitos y muy buenos. Otra tradición que continúa.
Otros recuerdos de mi infancia
Yo pertenecía a la rondalla de la parroquia de San Bernabé. Allí el Sr. Rojas, (el nombre creo que era Felipe, pero no estoy muy segura, porque siempre le llamábamos Sr. Rojas) nos enseñaba a tocar la bandurria, el laúd y la guitarra. Yo tocaba la bandurria pues como era pequeña (tendría 8 o 9 años) no podía con un instrumento más grande y además cantaba de solista pues tenía buena voz.
Dos años ganamos el concurso de villancicos en Madrid, nada menos que el primero y el segundo premio. Con lo que les dieron por el premio al profesor o al párroco no se quién de los dos era el tesorero, nos llevaron a ver el circo al Palacio de los Deportes de Madrid un año y el siguiente nos llevaron de excursión a La Boca de Asno en la Sierra de Guadarrama. Lo pasamos genial pues como era invierno disfrutamos mucho con la nieve.
Recuerdo unas navidades en las que unas cuantas amigas, Virginia (laúd), Cristina (pandereta), Mª José (bandurria), Esther (el triángulo) y yo (bandurria), se nos ocurrió pedir el aguinaldo vestidas con el traje de la rondalla de la parroquía a la que pertenecíamos.
Como teníamos un repertorio muy amplio de villancicos fuimos por todo el barrio llamando a las puertas pidiendo el aguinaldo y además nos dejaban entrar en las casas y nos sacaban la bandeja con los dulces y después llegábamos a casa sin hambre y algo achispadillas, pues en aquellos tiempos solían dar a los niños una "palomita" que era una copita de agua con un chorrete de anís y que como estaba dulce entraba bien. Luego venía la consabida regañina por parte de nuestros padres por llegar tarde, por no cenar en condiciones (debido a los dulces) etc....
Ese año sacamos bastante dinero y lo repartimos entre todas en casa de mi amiga Virginia. Esta familia era buenísima y muy cristiana. Todos los días cuando venía el padre de trabajar iba a dar clase de alfabetización a los gitanillos en las chabolas más peligrosas y desfavorecidas de todo Madrid. En aquellos tiempos los gitanos no iban al colegio. Por desgracia Antonio que así se llamaba su padre falleció joven. Esa familia era realmente especial, siempre permanecerán en mi memoria.
Recuerdo que el dinero recaudado se lo di a mis padres y pienso que aunque me regañaron por llegar tarde, en el fondo les vino bien ese dinerillo extra.
Ese año sacamos bastante dinero y lo repartimos entre todas en casa de mi amiga Virginia. Esta familia era buenísima y muy cristiana. Todos los días cuando venía el padre de trabajar iba a dar clase de alfabetización a los gitanillos en las chabolas más peligrosas y desfavorecidas de todo Madrid. En aquellos tiempos los gitanos no iban al colegio. Por desgracia Antonio que así se llamaba su padre falleció joven. Esa familia era realmente especial, siempre permanecerán en mi memoria.
Recuerdo que el dinero recaudado se lo di a mis padres y pienso que aunque me regañaron por llegar tarde, en el fondo les vino bien ese dinerillo extra.
Después de la cena todos los años y un poco antes de las 12 de la noche del día de Nochebuena acudíamos a la parroquia a tocar y cantar villancicos con la rondalla en la misa del Gallo.
¡Vaya charla que os he colocado hoy! ¡Qué recuerdos aquellos!
Bueno y a lo que iba era a felicitaros las Pascuas a todos los que veis mi blog.
¡Vaya charla que os he colocado hoy! ¡Qué recuerdos aquellos!
Bueno y a lo que iba era a felicitaros las Pascuas a todos los que veis mi blog.
Las imágenes las he rescatado de las imágenes de Google y de diferentes páginas web.