El año pasado la abuela Mary a sus 98 años y justo el día de su cumpleaños nos dijo hasta pronto, no me he sentido con ánimo de reflejarlo en el blog hasta ahora, aunque se que ella me da su aprobación y estoy segura que me sigue animando para que siga creando, disfrutando y publicando mis creaciones.
En todo este tiempo sin publicar han pasado muchas cosas, y la mejor de todas ha sido el nacimiento de mi primera nieta, llamada Kiara Elena. Todos en la familia la llamamos Kiara menos mi madre que era la única que la llamaba Elena. Es preciosa y ha llenado de alegría nuestra vida.
Ser abuelos es algo indescriptible, yo lo escuchaba a mis amigas, pero nunca pensé que sería tan conmovedor y gratificante. Que un personajillo tan diminuto, desde el momento de su nacimiento pudiera ofrecer tanta alegría y emociones. Que disfrutáramos tanto de cada logro obtenido, cada gesto, cada sonrisa, sus primeros pasos, sus primeras palabras etc., nos emocionara de tal modo que con razón se dice que nos tienen que poner a los abuelos un babero pues es cierto que en esos momentos se nos cae la baba.
Como no podía ser de otra manera, la alegría desde que me enteré que venía en camino era enorme, y sin saber su sexo, pues no quisieron sus padres saberlo hasta su nacimiento, estuve haciendo la canastilla para mi nieto o nieta que venía en camino. Utilicé colores unisex, y con muchísima muchísima ilusión, estuve tejiendo, confeccionando e ideando con más ahínco si cabe que cuando tuve a mi hijo.
En esta nueva etapa tengo la intención de publicar la mayoría de los trabajos que he hecho en todo este tiempo, aunque muchos de ellos las fotografías son muy básicas y poco elaboradas para que se vea bien el trabajo.
Gracias a todos los que me habéis seguido durante todo este tiempo y espero no defraudaros y volver a publicar asiduamente como al principio con nuevos retos e ideas novedosas.
Hasta muy pronto!!!