Estos abanicos con sus respectivas fundas han viajado hasta Sydney en Australia. Las hemos realizado con mucho cariño pues son para la nueva familia que mi hijo tiene allí en las Antípodas. Son cuatro y sus nuevas dueñas se llaman Rebecca, Christine, Danielle y Jules. Como Beck me dijo, ya tienen un trocito de España en su hogar en Sydney.
Mi hijo le dijo a la abuela que le hiciera un camino de mesa para su nuevo hogar, y enseguida se puso manos a la obra. Y yo dije pues yo tengo que aportar también mi granito de arena y pensé en un regalo que fuera típico de España, y que mejor regalo que un abanico.
Y aquí las cuatro fundas juntas.
Historia del abanico
La historia del abanico no es tan remota como se podría pensar en un principio. Algo tan simple como abanicarse con los más diversos materiales (plumas, hojas ...) no dió lugar al abanico hasta una relativa reciente creación. Aunque existían elementos para "airearse" el abanico de cierre y varillas se remonta apenas a 5 siglos atrás. Existían elementos simples, como el conocido paipai de una sola hoja rígida con un mango o empuñadura, y de gran variedad en formas y tamaños.
Se cree que por el siglo XV entre los años 1.400 a 1.425 los abanicos llegaron a China desde Corea. Los grandes "viajeros" los trajeron a Portugal, España e Italia (cuna de los mayores descubridores del planeta). Aunque según recientes estudios se cree que los primeros abanicos plegables fueron introducidos en Europa por los Jesuítas. Catalina de Médicis los introdujo en Francia. En la corte de Enrique III, tomando como ejemplo el Rey que los utilizaba se hicieron muy populares.
Pero la época de máximo esplendor fué durante los reinados de Luis XIV y Luis XV, en donde eran complemento indispensable en el vestuario de una gran señora. Se utilizaban materiales de auténtico lujo, como piedras preciosas, tafetán de Florencia (las telas italianas eran consideradas las más lujosas del mundo), oro y metales preciosos, etc. En el siglo XVII hacen su aparición en Inglaterra, pero el varillaje estaba sujeto a un mango rígido. Eran de gran tamaño, y adornados con motivos diversos, pintados por artistas de renombre.
En la actualidad, el abanico ha pasado a ser un mero complemento, muy poco utilizado. Aunque podemos relatar cientos de casos en la historia en las que aparece el abanico, este tuvo su gran época de esplendor como vehículo de un lenguaje invisible y cifrado con el que se podían expresar sentimientos e incluso se podían pasar contraseñas con la más variada finalidad. Existe una compleja terminología, conocida como campiología para estudiar el lenguaje del abanico en función de la orientación del abanico y la forma de sujetarlo.A continuación expongo el lenguaje del abanico como curiosidad.
El lenguaje del abanico. Interpretación.
1.- Abanicarse rápidamente: Te amo con intensidad.2.- Abanicarse lentamente: Abanicarse de forma pausada, significa soy una señora casada y me eres indiferente. También si se abre y cierra muy despacio significa lo mismo.
3.- Cerrar despacio: Este cierre significa un "Si". Si se abre y cierra rápidamente significa, "Cuidado, estoy comprometida".
4.- Cerrar rápido: Cerrarlo de forma rápida y airada significa un "No".
5.- Caer el abanico: Dejar caer el abanico significa "Te pertenezco".
6.- Levantar los cabellos: Si se levanta los cabellos o se mueve el flequillo con el abanico significa que piensa en tí, que no te olvida.
7.- Contar varillas. Si cuenta las varillas del abanico o pasa los dedos por ellas quiere decir que quiere hablar con nosotros.
8.- Cubrirse del sol. Significa que eres feo, que no la gustas.
9.- Apoyarlo sobre la mejilla. Si es sobre la mejilla derecha significa "Si". Sobre la mejilla izquierda es "No".
10.- Prestar el abanico. Si presta el abanico a su acompañante, malos presagios. Si se lo da a su madre, quiere decir "Te despido, se acabó".
11.- Dar un golpe. Un golpe con el abanico sobre un objeto, significa impaciencia.
12.- Sujetar con las dos manos. Si sujeta el abanico abierto con las dos manos, significa "es mejor que me olvides".
13.- Cubrirse los ojos. Con el abanico abierto, significa "Te quiero". Si se cubre el rostro puede significar "Cuidado, nos vigilan.
14.- Pasarlo por los ojos. Si se pasa el abanico por los ojos significa, Lo siento. Si cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir, "Cuando te puedo ver".
15.- Pasarlo por los ojos. Si se pasa el abanico por los ojos significa, Lo siento. Si cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir, "Cuando te puedo ver".
16.- Abrir el abanico y mostrarlo. Significa, "Puedes esperarme".
17.- Cubrirse la cara. Cubrirse la cara con el abanico abierto, significa: Sígueme cuando me vaya.
18.- A medio abrir. Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir "Puede besarme".
19.- Apoyar los labios. Si apoya los labios sobre el abanico o sus padrones, significa desconfianza, "No me fío".
20.- Pasarlo por la mejilla. Significa, "Soy casada".
21.- Deslizarlo sobre los ojos. Significa: "Vete, por favor".
22.- Mano izquierda. Llevarlo en la mano izquierda quiere decir: "Deseo conocerte". Moverlo con mano izquierda significa: "Nos observan".
23.- Mano derecha. Llevarlo o moverlo con la mano derecha, significa: "Amo a otro".
24.- Pasarlo de una mano a otra. Significa, "Estás flirteando con otra" o "Eres un atrevido".
26.-Tocar la palma de la mano. Quiere decir: "Estoy pensando si te quiero".
27.-Sobre el corazón. Apoyar el abanico abierto sobre el corazón o el pecho, quiere decir: "Te amo" o "Sufro por tu amor".
28.-Darse en la mano izquierda. Darse un golpe con el abanico cerrado en la mano izquierda significa "Ámame".
29.-Mirar dibujos. Mirar los dibujos del abanico, quiere decir: "Me gustas mucho".
30.-Bajarlo a la altura del pecho: significa "Podemos ser amigos". También dejarlo colgado, quiere decir "Seremos amigos".
31.- Cerrarlo sobre la mano izquierda: Quiere decir "Me casaré contigo".
32.- Saldré: Ponerse en el balcón con el abanico abierto o salir al balcón abanicándose. También entrar en el salón abanicándose.
33.- No saldré: Dejarse el abanico cerrado en el balcón, salir al balcón con el abanico cerrado, o entrar en el salón con el abanico cerrado.
34.- Arrojar el abanico: Quiere decir: "Te odio" o "Adiós, se acabó".
35.- Presentarlo cerrado: Significa ¿Me quieres?
36.- Sobre la oreja: La izquierda significa "Déjame en paz" y sobre la derecha "No reveles nuestro secreto".
37.- Contar o abrir cierto número de varillas: La hora para quedar en una cita, en función del número de varillas abiertas o tocadas.
Fuentes consultadas:
http://www.protocolo.org/social
Fuentes consultadas:
http://www.protocolo.org/social
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