domingo, 5 de junio de 2011

La abuela Mary

     Este blog lo he hecho pensando en mi madre (la abuela Mary), así la llamamos todos en casa, pero en inglés.

     El artífice de ese apelativo fue mi hijo Rubén, aunque su verdadero nombre es María.  Desde pequeñito la empezó a llamar así. Al principio no le gustaba que le llamara de esa forma, pero cuando se dio cuenta de que  era una forma especial de llamarla "abuelita", le encantó.
    
     La abuela Mary, nació el 9 de junio de 1921, es decir va a cumplir ¡90 años! el jueves que viene. Toda su vida la ha dedicado a hacer ganchillo y coser y lo sigue haciendo con una perfección bárbara, pese a sus años. Tiene buena vista, y aunque parezca mentira, ella me enhebra las agujas a mí y no yo a ella como sería lo normal.

     Me gustaría hacerla un pequeño homenaje, y mostrar los trabajos que a lo largo de su vida ha realizado, y sigue realizando, y que aún conservamos. Muchos han desaparecido, bien porque se han regalado, otros se han perdido y otros la gran mayoría con el paso del tiempo se han ido deteriorando, pero tengo una gran variedad de sus obras, las cuales las iré mostrando y explicando, pues algunas tienen hasta una historia y un por qué.

     En la actualidad acaba de terminar un camino de mesa y estamos terminando entre las dos unas fundas para cuatro abanicos que vamos a regalar y que se van a ir nada más y nada menos que a Sídney (Australia), a 18.000 Km. de distancia, que es donde vive en la actualidad mi hijo.

     La imagen que tengo de ella en mi infancia es la de largas tardes viendo a mi madre delante de su máquina de coser trabajando, máquina que aún conservamos, o haciendo ganchillo, ya de más mayor.

     Ella tenía como oficio el de sastra y trabajaba para una tienda que hacía trajes y pantalones a medida. La máquina en la que tantas horas pasó cosiendo es de la marca Werthein, y se la compró mi padre, ya que sabía de su pasión por la costura, pues cosía desde niña. De esa manera podía hacernos la ropa a nosotros (a mi hermano y a mí) y también podía contribuir con su trabajo en la sastrería al saneo de la economía familiar.

     En aquellos años a finales de los 50 y 60 se trabajaba mucho y se ganaba poco, y cualquier aportación en casa era buena.  Todas las tardes, mientras hacía las tareas del colegio, me acompañaba el traqueteo de la máquina y el sonido de la radio, con novelas tales como Matilde, Perico y Periquín, música de aquél tiempo, y canciones de los anuncios como la canción del Cola Cao, recuerdan:

Yo soy aquel negrito del África tropical, que cultivando cantaba
la canción del Cola Cao.

Y como verán Ustedes,
yo les voy a relatar
las múltiples cualidades
de este producto sin par.

    
     A escondidas yo aprendí a coser también en aquella máquina. Cuántas veces aprovechaba que mi madre iba a entregar alguna prenda y me ponía a trastear en la máquina, de forma que se atascaba. Cuando volvía se encontraba con nudos difíciles de deshacer, y yo recibía la consabida regañina por haberla atascado. Me reprendía y me decía que ya me enseñaría cuando creciera un poco más, pero la verdad es que ella no tenía tiempo y yo tenía muchas ganas de aprender, así que entre regañina y atascos, aprendí yo sola de la manera que he comentado.

     Pienso que esa pasión por la costura y las manualidades son el fruto de esos recuerdos de la infancia y han sido el detonante de que yo también haya dedicado gran parte de mi vida a ello. Como ella, también a mi hijo le he confeccionado ropita cuando era pequeño, jerseys, gorros, bufandas, pantalones, abriguitos etc...

     Y es por ello que también quiero aportar mi grano de arena en este blog, ya que a lo largo de mi vida he realizado muchísimas manualidades y de diversos estilos no sólo de costura sino otras como pueden ser: porcelana rusa, ganchillo, punto, macramé, pintura, costura, etc, etc...

     Entre las dos iremos confeccionando este blog, que con tanto cariño quiero mostrar. Es mi primer blog y la verdad no tengo mucha idea y ninguna experiencia previa, pero me imagino que al igual que cuando haces por primera vez una actividad sea cual sea y no queda muy bien, con el tiempo, esfuerzo y mucha paciencia la obra va tomando forma y al final nos sentimos muy orgullosos de ella.

Espero y deseo que así sea.

2 comentarios:

  1. Me parece estupendo este blog Pilar, sobre todo poder hacerle un homenaje a tu madre, con lo que más le gusta. Si me permites es un homenaje a todas las madres, esas mujeres laboriosas que siempre estaban haciendo cosas, que tenían que trabajar mucho y tan poco se les ha reconocido y recompensado por ello.

    Enhorabuen por ello
    Mluz.

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  2. Enhorabuena Pilar, me encanta tu blog. En mi caso la que hacía ganchillo era mi abuela, a mi madre le gustaba más las 2 agujas, era una experta y tejía a una velocidad de vértigo. Yo, aunque hice mis pinitos en ambas opciones, definitivamente lo mío no son las manualidades. Un beso, Danielle

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