La matrioska o muñeca rusa son unas muñecas tradicionales rusas creadas en 1890 cuya originalidad consiste en que se encuentran huecas por dentro, de tal manera que en su interior albergan una nueva muñeca, y ésta a su vez a otra, y ésta a su vez otra, en un número variable que puede ir desde cinco hasta el número que se desee, siempre y cuando sea un número impar, aunque por la dificultad volumétrica, es raro que pasen de veinte. Se caracterizan por ser multicolores, o por la presencia de elementos decorativos en la pintura tales como jarrones o recipientes sostenidos por las muñecas. A veces las muñecas interiores son iguales entre sí, pero pueden diferenciarse en la expresión de la muñeca o en el recipiente que sostienen. La matrioska con más muñecas de la que se tiene conocimiento posee 75 unidades.
Las matrioskas generalmente están hechas de madera, siendo la madera de tilo la más usada debido a su ligereza y fina textura. Los diseños más comunes muestran madres rusas y flores como adornos.
Siempre me han gustado las muñecas rusas, no se si será porque de niña, cuando ibamos a ver a mis tíos, siempre me dejaban una de esas muñecas para jugar y me pasaba las horas muertas metiendo y sacando las muñecas y así no daba guerra a los mayores, pues yo era la sobrina más pequeña, mis otros primos ya eran mayores.
La muñeca que yo he realizado es de fieltro, como curiosidad diré que el pañuelo verde que lleva en la cabeza, está realizado con una bayeta ballerina de las que se usan en la cocina, como no tenía ese tono de fieltro me di cuenta que eso me podía valer y quedó bien. El pelo lo puse con lana de color marrón y las cuentitas eran abalorios que llevaban entre mis manualidades un montón de tiempo y no sabía en qué emplearlo, pero ahora creo que les voy a sacar partido.
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